Las relaciones familiares conflictivas son un fenómeno en el que los lazos familiares están imbuidos de desarmonía mutua, resultado del choque de valores y creencias contrapuestas. Los miembros de la familia pueden verse incapaces de reconciliar estas diferencias, lo que lleva a un estado continuo de discordia entre ellos. Los conflictos pueden ser impulsados por una variedad de factores: brechas generacionales, cosmovisiones divergentes o influencias culturales.
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Relaciones familiares conflictivas: ¿qué hacer?
En la pareja como en la familia, los conflictos pueden ser numerosos y más o menos intensos/duraderos. Por lo tanto, existen varios métodos para traer armonía a la vida cotidiana y hacer que todos se sientan escuchados.
¿Qué es una relación familiar conflictiva?
Una relación conflictiva aparece cuando dos (o más) miembros de una misma familia dejan de comunicarse o cuando el diálogo se torna tenso.
Entre los padres puede haber pequeños conflictos sin consecuencias, pero puede haber conflictos mucho más serios, más profundos donde la comunicación sin romperse será complicada, agresiva. El conflicto también puede ocurrir entre el niño y los padres. Un conflicto entre un niño y estos padres puede deberse a varias cosas según el contexto.
Lo más importante es lograr recuperar el diálogo y la escucha entre los miembros de la familia.
El efecto espejo
¿Y si las discusiones con los demás no fueran más que conflictos internos sin resolver? Considerando al otro como un espejo, si el otro me empuja al límite, ¿no lo estoy empujando yo también al límite con mis acciones o mis palabras? Conflicto está ahí para mostrar una inquietud que se puede resolver, aunque eso signifique pedir ayuda externa a la familia para acelerar esta resolución.
El papel del niño
El niño puede ser visto como una ayuda para comprender tus dolencias, tus heridas profundas, tus problemas. En caso de conflicto generacional, los padres pueden (deben) cuestionarse buscando dónde está el problema (a veces sucede que el problema se remonta a vidas pasadas oa una memoria familiar no resuelta).
Los niños (a temprana edad) tienen sentimientos, ven cosas que los “grandes” ya no ven ni sienten. Su hijo pequeño le dice que tiene miedo. Es una emoción que realmente siente. Por lo tanto, en lugar de tirarle piedras, también podría tratar de escucharlo, incluso si eso significa usar una técnica de comunicación no violenta para tranquilizarlo sobre sus habilidades para escuchar y comprender sus necesidades.
El uso de la comunicación no violenta
Una ayuda antes de acudir a consulta puede ser la comunicación no violenta.
Es un modo de comunicación donde buscamos comprender la reacción del “otro” en ausencia de juicio, pero escuchando atentamente sus emociones y necesidades. Para saber más sobre el tema, podemos acudir al excelente libro del fundador de la Comunicación No Violenta “Las palabras son ventanas o puertas” de Marschall B. Rosenberg.
La ira que el “otro” puede desencadenar sobre un acto o una palabra es una ira ya presente en él. Tu obra o tu palabra es sólo “la gota que colma el vaso”. De ahí la importancia de escuchar y acompañar al otro para tomar conciencia de sus emociones y de sus necesidades para calmar su ira.
Estoy teniendo un conflicto familiar: ¿qué puedo hacer ahora mismo?
Escucha sin juzgar, con lealtad, a la persona con la que estás en conflicto. Puedes intentar iniciar el diálogo con preguntas como: “¿Cómo te sientes en este momento?”, “¿Te sientes vulnerable o rechazado?”, “¿Qué puedo hacer para que te sientas mejor? ?”. Tenga cuidado de preservar sus necesidades con esta última pregunta. El objetivo es que todos se beneficien de él.
El diálogo es imposible. Qué hacer ?
Consigue ayuda. Un practicante buscará lo que está perturbado en ti y luego iniciará una armonización. Con la ayuda de la respiración, puede ayudarte a dar un paso atrás de lo que estás pasando. Pueden ser necesarias varias sesiones.
Relaciones familiares conflictivas: Conclusión
El conflicto dentro del hogar familiar es como el conflicto dentro de ti. Hasta que se resuelva la raíz del problema, el conflicto continuará. Es sólo un síntoma y no una causa. Escuchar a los demás y escucharse a uno mismo son pilares para mitigar, o incluso poner fin, a los conflictos familiares.
Bibliografía
https://www.helpguide.org/articles/relationships-communication/dealing-difficult-family-relationships.htm
https://greatergood.berkeley.edu/article/item/family_conflict_is_normal_its_the_repair_that_matters
https://www.betterhealth.vic.gov.au/health/healthyliving/family-conflict
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