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Acoso moral en el trabajo

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¿Sientes que estás experimentando acoso moral en el trabajo? Obtenga más información sobre qué es y cómo reconocerlo.
¿Sientes que estás experimentando acoso moral en el trabajo? Obtenga más información sobre qué es y cómo reconocerlo.

El acoso moral en el trabajo es un problema grave que ha ido cobrando fuerza en los últimos años, lo que lo convierte en un tema importante de debate e investigación. El trabajo debe ser un entorno seguro y productivo, en el que los empleados puedan sentirse seguros y respetados. Pero muchos trabajadores experimentan acoso moral, lo que puede tener consecuencias físicas y mentales duraderas. Este artículo explorará las causas del acoso moral, sus efectos en los trabajadores y las formas de protegerse si lo está experimentando.

Acoso moral en el trabajo

El acoso moral se ha convertido en un término de moda y fácil de usar, ¡tanto que ha perdido su legitimidad! Nuestra cultura, nuestra educación, nuestro modelo social, nuestras creencias están en la raíz de esta desconfianza.

¿Realmente sabes identificar y describir qué es el acoso moral en el trabajo y cómo detectarlo?

El mundo del trabajo hoy

Con la crisis sanitaria nos preguntamos por nuestra vida “esencial”, y nuestro trabajo forma parte de ella. Por ejemplo, nos dimos cuenta de lo “necesarias” que eran ciertas profesiones: personal de hospital, por supuesto, pero también profesiones que hasta ahora habían sido poco consideradas, como recolectores de basura, repartidores o limpiadores.

Esta nueva vida impuesta por las restricciones gubernamentales ha vuelto a poner en el centro de la escena la noción de libertad. ¿Trabajar desde casa con la educación en el hogar para que los niños se las arreglen en un espacio reducido es una libertad? ¿Tener que ir a tu lugar de trabajo a atender las necesidades primarias del país sin poder hacer nada más es sinónimo de libertad? La pregunta recurrente y obvia era entonces ¿qué sentido darle a su vida, especialmente en su obra?

Las nuevas generaciones lo han entendido bien: ser feliz en tu vida profesional significa encontrar un trabajo gratificante donde te sientas “útil” y donde estés feliz de ir a trabajar, de contribuir colectivamente. El mero hecho de incorporarse a una gran empresa, ganando un buen sueldo, ya no es un fin en sí mismo; queremos existir, ser reconocidos por nuestras habilidades y talentos.

El mundo del trabajo está cambiando y depende de nosotros expresar lo que queremos a través de la expresión de sus necesidades y límites, ¡para respetarnos unos a otros!

Siempre pedir más a tus empleados sin explicar por qué o para qué estás pidiendo acción o criticar constantemente a la empresa que te emplea es contraproducente. Conocer y escuchar las respectivas necesidades, reconociendo las competencias y la utilidad de cada uno, es construir un mundo del trabajo más armónico y justo; Esta falta de escucha y comprensión de los demás suele ser la causa de conflictos en el trabajo, incluso de acoso.

Reconocer los signos de acoso

¿El acoso se limita a simples actos “violentos” psicológicos, físicos o verbales hacia una persona? Es mucho más sutil que eso, porque el acoso laboral es invisible, se asienta día tras día hasta convertirse en un hábito.

Por ejemplo, un gerente, que criticará sistemáticamente su trabajo en reuniones frente a todos los empleados o cuestionará sistemáticamente su trabajo yendo él mismo a “verificar” con los socios en cuestión (clientes, proveedores o empleados).

Este hábito se convierte en una prisión de la que no se sabe cómo escapar; y, algunas personas más sensibles, estarán más expuestas a ella. Para ellos, el valor del trabajo y su utilidad en su trabajo es importante, incluso esencial. Cada uno tiene su propia escala de necesidades. Por eso el acoso moral es tan mal entendido y percibido.

¡Y lo invisible en el mundo del trabajo es esta búsqueda de rendimiento! Durante una reorganización, por ejemplo, la empresa toma la decisión de reducir la plantilla y revisar su funcionamiento; están los que son despedidos y los que “ofrecen” un nuevo trabajo. En un contexto económico difícil, te dirán, por ejemplo, “¡Considérate afortunado de tener un trabajo!”.

¿Es esto respetar las habilidades imponiendo un trabajo que no se adecua a las habilidades de la persona? Entonces llegas a sentirte culpable por negarte, porque tengo familia, responsabilidades y, sobre todo, ¿en quién me convierto sin trabajo? ¿Cómo me verán los demás?

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Trabajar no significa aceptarlo todo.

Un empleado tiene derechos, en particular para ocupar un puesto en relación con sus habilidades y experiencia.

Entonces, si te sientes menospreciado, inútil, cansado con dolor de estómago para ir a trabajar, devaluado, aceptas ser “degradado” por miedo a ser despedido, esto puede ser una señal de que estás sufriendo acoso moral.

En cuanto te conoces a ti mismo, defines tus necesidades, tus límites, tomas conciencia de tus habilidades, puedes detectar inconsistencias dentro de tu entorno de trabajo.

  • Algunos consejos para ayudarte a superar y evitar el acoso moral:
  • Conoce tus límites
  • Respétate a ti mismo y sé respetado
  • Aprende a preguntar ¿por qué? que propósito ?
  • Reconoce tus habilidades y talentos

Saber decir no

Valorarte y ser valorado: La empresa te necesita a ti y a tus talentos y debe ofrecerte un puesto adecuado.

El acoso es real y existe:

De ninguna manera debe convertirse en un hábito o una simple moda pasajera. Saber reconocer la propia existencia significa protegerse y así evitar poner en peligro la propia salud física y mental. Se debe volver a poner al ser humano en el centro de la sociedad respetando las diferencias, cualidades, talentos y habilidades de cada uno en un objetivo colectivo.

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