¿Qué es la disabiliofobia? Descubramos por qué hay personas que tienen miedo de desnudarse y mostrar su cuerpo en público.
Disabiliofobia, miedo a desnudarse y mostrar el cuerpo
¿Alguna vez has oído hablar de la discapacidadofobia? Tal vez el término sea nuevo para usted. Pero su significado no es nuevo. Esta palabra indica el miedo a desnudarse delante de los demás, una fobia que especialmente en verano pone en aprietos a quienes la padecen. Suben las temperaturas, las ganas de ir a la playa y descubrir el cuerpo. Pero hay quienes viven todo esto con ansiedad.
La fobia le impide experimentar serenamente la desnudez o simplemente mostrar partes del cuerpo. Ante el solo pensamiento de tener que quitarse la ropa, que se convierte en una verdadera tapadera de Linus, la gente siente miedo, sufrimiento, ansiedad. Se sienten incómodos. Las causas de la discapacidadofobia pueden ser diferentes. Todo puede derivar de un hecho traumático, pero muchas veces es la baja autoestima la que nos hace padecer este trastorno que en ocasiones puede ser un síntoma de fobia social.
Para comprender mejor esta fobia, solicitamos la ayuda del Dr. Luciano Cirino, psicólogo de MioDottore, quien se sumó al proyecto de videoconsultoría en línea activado por la plataforma. Averigüemos junto con él por qué puede surgir este miedo, qué es, cómo reconocerlo y sobre todo cómo superarlo.
¿Qué es la discapacidadofobia?
La disabiliofobia es, literalmente, el miedo a quitarse la ropa, por lo tanto el miedo a desnudarse, a ser visto desnudo.
¿Por qué existe el miedo a desnudarse delante de alguien?
La razón principal está ligada a la falta de autoestima y de apariencia física. Si no te gustas a ti mismo, si crees que eres feo, pensarás que los demás te ven de la misma manera.
Este miedo puede ser generado o amplificado por experiencias negativas vividas en el pasado, como ser objeto de burla o desprecio por algún aspecto del propio cuerpo. Incluso delante de otras personas.
¿Cómo reconocer la fobia?
Los síntomas más llamativos están relacionados con las experiencias sexuales: la vergüenza, la vergüenza y la agitación pueden llegar a niveles que impiden la intimidad física con otra persona.
Sin embargo, uno puede darse cuenta de que padece esta fobia incluso en situaciones en las que es normal mostrar el cuerpo, por ejemplo en verano, especialmente en la playa o en la piscina. Sentirse observado, observar a los demás y verlos mejor o pensar que uno no es el adecuado puede generar vergüenza y la tendencia a permanecer tapado y evitar lugares donde haya que exponerse físicamente.
Otros signos de esta fobia pueden ser la observación excesiva del propio cuerpo en el espejo, la búsqueda de defectos y el intento de ocultarlos, mientras se siente desprecio e ira por la forma en que uno está hecho. Del mismo modo, la tendencia a observar a los demás, evaluándolos en función de su belleza externa y, en particular, la apreciación y la envidia de la apariencia física de los demás, puede ser un signo de sentirse inferior, no tan hermoso a la vista.
¿Cómo superar la fobia?
Para superar esta fobia es necesario mitigar la actitud de juicio hacia uno mismo y hacia los demás, utilizando como criterio el aspecto estético. Puedes tratar de aceptarte tal como eres, pensando que no todos examinan a los demás evaluándolos de acuerdo con estándares de belleza preestablecidos y que no estás constantemente en el centro de atención.
Por tanto, podrías descubrir que tu cuerpo está bien como está, empezar a cuidarlo para mejorar tu forma física, pero sin angustiarte si no alcanzas la “perfección”. Finalmente, con respecto a las relaciones sexuales, se puede pensar en desvestirse con otra persona, en lugar de hacerlo frente a ella.
De esta manera uno puede sentir que en una relación íntima uno no está sujeto a un examen. Pero comparten estar desnudos y juntos superan la posible vergüenza. Con la conciencia de estar disponibles tanto para acoger como para ser acogidos como se es. Es probable que estos pasos sean difíciles. Por eso es recomendable consultar a un psicólogo, con quien puedes empezar a abrirte, “desnudarte”, sentir que no te juzgan y averiguar cómo nació el miedo y cómo lidiar con él.