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IMAGEN CORPORAL. DEFINICIONES Y CARACTERÍSTICAS

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¿Te sientes inseguro con tu cuerpo? Descubra por qué la imagen corporal es importante y cómo mejorarla en nuestra guía completa.
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La imagen corporal es la percepción que toda persona tiene de su propio cuerpo y de sus características, como la forma, el peso y las proporciones. Es un componente importante de nuestra autoestima e identidad, y puede afectar nuestra vida diaria de muchas maneras. En este artículo examinaremos la imagen corporal en detalle, brindando una definición, contexto y visión general de los tipos, influencias y consecuencias de este fenómeno. Además, hablaremos de algunas intervenciones que pueden ayudar a mejorar la imagen corporal.

Revisión Médica ⚕️

Definición de imagen corporal

El término “imagen corporal” fue acuñado por Paul Schilder en la década de 1920 y sigue siendo la definición más citada y conocida en el campo en la actualidad. Su definición es:

  • “[La imagen corporal es] la imagen que formamos en nuestra mente de nuestro cuerpo, que representa cómo se ve nuestro cuerpo ante nosotros mismos” (Schilder, 1936).
  • Más recientemente, la imagen corporal ha sido definida como la representación mental consciente, principalmente visual, de nuestro cuerpo y nuestra actitud perceptiva, cognitiva y afectiva hacia él (Gallagher, 2000).

Incluso más recientemente, otros autores definen la imagen corporal como “la experiencia psicológica multidimensional de la encarnación (“encarnación”) que se refiere en particular al aspecto físico del propio cuerpo y también incluye percepciones y comportamientos hacia el propio cuerpo, por lo tanto, creencias, pensamientos, sentimientos y comportamientos. (Zamariola et al., 2017).

Diversos aspectos de la imagen corporal.

La imagen corporal es un concepto complejo que ha visto, a lo largo del tiempo, una evolución fruto del trabajo de diversos autores y del desarrollo del conocimiento en el campo. A lo largo del tiempo, de hecho, se han propuesto varios componentes de este constructo, por ejemplo:

Imagen corporal Genérica y Específica

Longo et al. (2008) distinguieron la imagen corporal “Autoespecífica” de la “Genérica”. Autoespecífico proviene del reconocimiento de que un objeto visual específico es parte del cuerpo de uno, mientras que Genérico describe una representación mental general de la estructura del cuerpo.

Representaciones online y offline del cuerpo

Carruthers, (2008) distingue representaciones del cuerpo en línea y fuera de línea. El concepto de representaciones corporales en línea describe las representaciones mentales del cuerpo construidas y reconstruidas momento a momento.

Por el contrario, el concepto de representaciones corporales fuera de línea se refiere a una representación mental más estable del cuerpo a lo largo del tiempo, algo similar a la imagen corporal genérica mencionada anteriormente.

Dimensión perceptiva y afectiva

Una subdivisión adicional, propuesta por Skrzypek et al. (2001), afirma que la imagen corporal se puede dividir en dos aspectos: uno que se refiere principalmente a la percepción del tamaño del propio cuerpo, y el otro se refiere a la disposición afectiva hacia la apariencia del cuerpo.

Por lo tanto, las alteraciones de la imagen corporal pueden incluir tanto distorsiones perceptivas como insatisfacción con la apariencia (Thompson, 2004).

Imagen corporal positiva y negativa.

La imagen corporal también se puede descomponer en constructos como imagen corporal positiva y negativa (Tylka & Wood-Barcalow, 2015).

El negativo incluye varias características, como la insatisfacción con la apariencia, la vigilancia del cuerpo, la vergüenza corporal, la internalización de los ideales de apariencia de los medios (Tylka, 2018).

En cambio, el positivo se refiere a un amor general por el propio cuerpo y por las funciones que lleva a cabo y la aceptación de aspectos de la apariencia que son incompatibles con los ideales de la sociedad (Tylka, 2018).

Componentes de la imagen corporal según Cash

Un intento de categorizar y describir los diferentes componentes de la imagen es el de Cash, que actualmente es la descripción más citada y más compartida en la literatura. Según Cash, la imagen corporal incluye tres componentes: el perceptivo, el afectivo y el cognitivo (Cash, 2004).

En particular:

  • El componente perceptivo está relacionado con la detección, estimación e identificación del tamaño del cuerpo, la precisión del juicio individual de la forma, el tamaño y el peso de uno en relación con las proporciones reales.
  • El componente afectivo representa los sentimientos positivos o negativos que el individuo desarrolla hacia su apariencia corporal. La insatisfacción corporal forma parte, por tanto, de este aspecto.
  • El componente cognitivo implica creencias sobre la forma y apariencia del cuerpo y la representación mental del cuerpo.

Componente conductual

Cabe mencionar un cuarto componente, aunque no se encuentre entre los tres componentes más aceptados, que es el componente conductual.

El componente conductual se refiere a todos los comportamientos dirigidos hacia el cuerpo y que pueden modificar, manipular o controlar sus formas. Este componente conductual puede referirse al uso de dietas, actividades de gimnasia, el uso de artefactos para aplicar en el cuerpo (aretes, piercings, etc.).

Es particularmente evidente cuando éste está comprometido o disfuncional, como en el caso de la anorexia nerviosa, donde se persigue el control del peso y la forma corporal con un control rígido y una reducción progresiva de la ingesta calórica y/o ejercicio físico excesivo y compulsivo (más comúnmente llamado hiperactividad). Algunos autores opinan que este cuarto componente debería añadirse a los tres anteriores, otros autores lo consideran una consecuencia de los tres primeros, y por tanto omisible.

Cómo se mide la imagen corporal

Las pruebas o cuestionarios autoadministrados se utilizan principalmente para medir las diferencias entre los diversos componentes de la imagen corporal.

Las herramientas más utilizadas para la evaluación de los componentes cognitivos y afectivos de la imagen corporal son:

  • EDE-Q (Eating Disorder Examination Questionnaire), un cuestionario autoadministrado de 28 ítems, utilizado para evaluar las características asociadas al diagnóstico de DE y su gravedad mediante cuatro subescalas (restricción, preocupación por comer, preocupación por la figura corporal y preocupación por el peso). ) (Calugi et al., 2017)
  • EDI-3 (Eating Disorder Inventory 3), un cuestionario autoadministrado con 91 ítems, donde la subescala BD (Body Dissatisfaction) mide la insatisfacción corporal y otras subescalas miden componentes (por ejemplo, deseo de delgadez, desregulación emocional, déficits interoceptivos, perfeccionismo) ( Clausen et al., 2011)
  • PERO (Body Uneasiness Test), cuestionario autoadministrado que explora diversas áreas como el miedo al peso, conductas de evitación relacionadas con la imagen corporal, autocontrol compulsivo, etc… (Cuzzolaro et al., 2006)

Uso de siluetas

Para evaluar el componente perceptivo de la imagen corporal se utilizaron herramientas, y aún se utilizan en la actualidad, en las que se pedía al sujeto que indicara cuál de varias siluetas representaba su imagen corporal (Peterson et al., 2016).

Sin embargo, estas herramientas tienen el límite de investigar más que un fenómeno perceptivo en sí mismo, una memoria o representación cognitiva bidimensional del propio cuerpo. Más recientemente, se han propuesto nuevas herramientas para este tipo de evaluación. Por ejemplo, las herramientas de evaluación que hacen referencia al componente perceptivo son:

  • BID-CA (Test de Distorsión de la Imagen Corporal en Niños y Adolescentes), que requiere que el sujeto simule la circunferencia de varias partes del cuerpo con una cuerda de 180 cm y luego las compare con medidas reales (Schneider, 2009)
  • VSE (Prueba de estimación del tamaño visual), en la que se coloca a los pacientes de pie frente a una pared y se les pide que coloquen etiquetas en esa pared para observar las dimensiones percibidas de varias partes del cuerpo (Engel & Keizer, 2017)

Malestar corporal y alteración de la imagen corporal

El término “malestar corporal” representa un constructo amplio, que describe todas las conceptualizaciones negativas de la imagen corporal, especialmente aquellas relacionadas con la apariencia física (McLean & Paxton, 2019). Como sugieren Artoni et al. (2021), este elemento no debe confundirse con el “trastorno de la imagen corporal”, síntoma muy frecuente en los trastornos alimentarios.

El malestar corporal se refiere precisamente a un afecto negativo hacia el propio cuerpo (por ejemplo, insatisfacción, agresión, sensación de desapego, etc.). Este afecto puede derivar de un proceso cognitivo de comparación entre un “cuerpo ideal” y el “cuerpo percibido”.

Por lo tanto, puede manifestarse con pensamientos (p. ej., “soy feo” o “estoy gordo”) y comportamientos relacionados (“p. ej., comportamientos frecuentes de control del cuerpo, como mirarse frecuentemente en el espejo o comenzar una dieta estricta, etc.).

Pero también puede ser independiente y atañer a otros aspectos más relacionados con la desregulación emocional como en el caso del trastorno límite de la personalidad, o en el lamentablemente creciente fenómeno de las autolesiones en adolescentes (Hawton et al., 2012).

Diferencia entre malestar corporal y trastorno de la imagen corporal

Por lo tanto, el malestar corporal puede conceptualizarse como una alteración de los componentes afectivos y cognitivos de la imagen corporal y los correlatos conductuales asociados.

Siempre de acuerdo con estos autores, el término alteración de la imagen corporal debería referirse en cambio a una condición en la que el malestar corporal (por lo tanto, una alteración de la cognición y del afecto) se acompaña de una alteración perceptiva de las formas y dimensiones del propio cuerpo, es decir, de una alteración percepción del cuerpo en su totalidad (ibidem).

Imagen corporal y trastornos alimentarios

En los trastornos alimentarios, la relación con el propio cuerpo aparece como uno (no el único ni el más importante, por cierto) de los elementos principales, en torno al cual gira una constelación de síntomas disfuncionales como el control de la ingesta calórica, la hiperactividad, las conductas de compensación, etc. .

En cuanto al malestar corporal, además de ser un factor de riesgo para el desarrollo de trastornos alimentarios, constituye un criterio diagnóstico fundamental para AN y BN (McLean & Paxton, 2019). De hecho, tanto la anorexia nerviosa como la bulimia nerviosa se caracterizan por una relación alterada con el propio cuerpo.

De hecho, esta imagen corporal negativa se considera un factor de riesgo, un factor de mantenimiento y un factor de recaída para los trastornos alimentarios. Por lo tanto, requiere un tratamiento específico.

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