Los sentimientos de rabia e ira pueden ser abrumadores, por lo que no es raro experimentar síntomas físicos como el enrojecimiento de la cara. Rojo de ira es una frase que muchas personas han utilizado para describir sus intensas emociones, pero ¿por qué exactamente se nos pone roja la cara cuando nos sentimos así? Este artículo explorará las razones fisiológicas y psicológicas del síntoma físico de la cara roja de ira cuando se experimenta rabia o ira. También se discutirán estrategias para controlar esta emoción con el fin de evitar que se vuelva demasiado intensa.
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¡Mi cara está roja de ira o rabia! ¿Por qué?
La ira puede ser una emoción positiva y útil cuando se expresa adecuadamente. Pero cuando nos dejamos llevar, puede ocurrir que este sentimiento se apodere de nosotros, con todas las consecuencias previsibles que conlleva. Entre sus manifestaciones también se encuentra el rubor en la cara: en este artículo nos ocupamos de explicar científicamente por qué ocurre esto y el significado que hay detrás de la frase “rojo de ira”.
Índice
Qué es la ira
Cómo se manifiesta la ira
La asociación entre colores y emociones
Rojo de furia, significado
El rojo de la ira, origen
Por qué nos ponemos rojos
Cómo afrontar la ira
¿Por qué se llama roja a la ira?
¿Te has preguntado alguna vez por qué se dice “rojo de ira”? Es una pregunta poco habitual, pero si nos paramos a pensar un momento, es posible que ya hayamos pensado en ello sin encontrar una respuesta satisfactoria. Sin embargo, según algunos estudios, existe una correlación no sólo entre los colores y las emociones, sino en particular entre el rojo y este sentimiento.
Porque sí, la ira es un sentimiento, una emoción básica y universal de la experiencia humana, independientemente de la edad, el sexo y la raza. A continuación nos ocuparemos de aclarar cuál es el significado del rojo con la ira.
Qué es la roja de ira
La ira es un sentimiento primario. Deriva del instinto de defenderse para sobrevivir en el entorno en el que uno se encuentra. Aunque comúnmente se le atribuye un significado negativo, la ira surge, por tanto, como una emoción caracterizada por una función adaptativa. Tal y como la entendemos en el lenguaje cotidiano, es un sentimiento de antagonismo hacia alguien (incluso hacia nosotros mismos) o algo que creemos que nos estorba o nos ha hecho daño.
Mientras que por un lado puede tener un impacto positivo al actuar como acicate, como motivación para reaccionar ante las injusticias, por otro puede conducir a un comportamiento agresivo y fuera de control.
Todo el mundo siente ira de vez en cuando, básicamente es una respuesta natural de nuestro cerebro ante determinadas situaciones. Sólo se convierte en un problema cuando se manifiesta en exceso y empieza a afectar al comportamiento diario y a la forma en que nos relacionamos con los demás.
Además, no hay que subestimar el hecho de que la ira excesiva puede causar problemas en lo que se refiere también a la salud física y mental: en el primer caso, puede provocar un aumento de la tensión arterial; en el segundo, puede influir en nuestro pensamiento, dificultándolo y volviéndolo confuso.
Cómo se manifiesta la ira
Aunque no todo el mundo lo manifiesta de la misma manera, es muy fácil darse cuenta de si una persona está enfadada y cuándo lo está. Este sentimiento se manifiesta a través de una serie de cambios físicos e internos. Entre los primeros, o los más evidentes para todos, se incluyen levantar la voz, apretar los puños, fruncir el ceño, temblar.
Otros cambios se producen desde el punto de vista biológico y fisiológico: es frecuente observar un aumento de los niveles de energía, de los valores de la tensión arterial, de las hormonas adrenalina y noradrenalina e incluso de la temperatura corporal.
La asociación entre colores y emociones
Varios estudios asocian los colores con las emociones. Sin duda, el vínculo más fuerte entre una emoción individual y un color es el que existe entre el rojo y la ira. En honor a la verdad, hay que tener en cuenta que el rojo también se suele relacionar con el amor y la vergüenza. Interesante en este sentido es un estudio que se realizó sobre la existencia de vínculos entre el color rojo y los niveles de hostilidad interpersonal.
A partir de los resultados se estableció que las personas con altos niveles de hostilidad muestran una mayor preferencia por el rojo y son llevadas a verlo con más frecuencia en imágenes en las que está presente con otros colores a partes iguales.
Rojo con rabia, significado
Pero vayamos al significado de rojo de ira. Esta frase se refiere al estado de un sujeto tan enfadado que casi se ve desbordado por este sentimiento y al hecho de que -en esa situación concreta- la emoción prevalece sobre la razón, haciéndole perder casi el contacto con la realidad hasta el punto de no reconocer una correlación entre causa y efecto. Es una forma de decir que no tiene fundamento clínico en sí misma y que más que nada remite a un lenguaje coloquial. ¿De dónde viene, entonces?
Roja con ira, origen
En psicología del color, el rojo evoca emociones más fuertes que cualquier otro tono. Sabemos, de hecho, que matices como el azul y el verde, por ejemplo, tienden a infundir calma y paz interior. La gente tiende a asociar el rojo con emociones negativas y peligrosas, probablemente porque el rojo es el color del fuego o de la sangre.
Pero, más allá de la esfera psicológica, el rojo se asocia intuitivamente con el concepto de ira, ya que muchas personas, cuando se enfadan, se ponen rojas por el aumento del flujo sanguíneo. Por tanto, la forma de decir encuentra su fundamento en las características físicas -como el enrojecimiento de la cara y el cuello- asociadas a este sentimiento en la persona que lo manifiesta.
También es interesante otra interpretación de la razón por la que esta frase ha pasado a formar parte del léxico cultural: se cree que puede estar vinculada a la tauromaquia. Como bien sabemos, esta tradición pretende que el matador agite un capote rojo delante del toro que, captado por este movimiento, engañado, va a dar precisamente a este blanco, perdonando la vida a quien lo provocó.
Cuando decimos “ver rojo de la ira”… La conexión en este caso se encuentra precisamente en la ira del toro, que se equipara a la del sujeto enfadado. La gente enfadada se enfurece tanto que se siente fuera de control. Tanto que incluso puede insultar o golpear a alguien para descargar su frustración.
Por qué nos ponemos rojos
Uno puede ponerse colorado en varias situaciones y por varias causas. Por ejemplo, cuando hace demasiado calor o demasiado frío, cuando nos sentimos avergonzados por cualquier motivo. O cuando ingerimos alimentos demasiado picantes. Obviamente, también influye la exposición al sol, tras la cual alguien puede ruborizarse. Otra causa del enrojecimiento de la cara son los clásicos sofocos relacionados con la menopausia o la ingesta de ciertos medicamentos.
Sin embargo, existe una explicación fisiológica de por qué nos ponemos rojos cuando nos enfadamos. El responsable es el aumento de adrenalina. De hecho, ocurre que las glándulas suprarrenales inundan el cuerpo de hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol. Al mismo tiempo, el cerebro desvía la sangre de los intestinos a los músculos (es decir, donde más oxígeno y energía se necesitan en ese momento) para prepararlos para el esfuerzo físico.
El ritmo cardíaco, la presión arterial y la respiración aumentan, y los vasos sanguíneos profundos de los músculos, incluidos los de la cara, se dilatan. Estos últimos, al dilatarse, se llenan de sangre y nos dan ese color rojo típico de quienes están sumidos en una emoción fuerte.
Cómo afrontar la ira
En última instancia, es muy importante encontrar la forma adecuada de gestionar y lidiar con la ira. De hecho, hay que evitar que este sentimiento se apodere de nosotros. Sentirse a merced de la ira no es recomendable, ya que puede hacer daño, psicológica y físicamente, no sólo a nosotros, sino también y sobre todo a quienes nos rodean, nos quieran o no. Lo importante es no culpar a los demás, tratar de identificar la causa de nuestro malestar y escuchar tus necesidades. Si tienes dificultades para controlar tu ira, te aconsejamos encarecidamente que busques ayuda profesional.
Bibliografía
https://www.aad.org
https://www.healthline.com
https://www.calmclinic.com
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