La autolesión emocional es una forma de autolesión relacionada con el bienestar emocional: pensamientos y comportamientos utilizados contra uno mismo, de forma negativa, para fomentar ideas y miedos irracionales. El psicólogo y el psicoterapeuta pueden ayudar a lidiar con este trastorno. Siempre es mejor confiar en personal experto que sea capaz de acompañar al paciente para descubrir las causas y emprender el mejor camino hacia la recuperación.
¿Qué es la autolesión emocional y cómo se supera?
¿Qué significa el término autolesión emocional? ¿Cuáles son los síntomas con los que se presenta este trastorno, cuáles son las causas y cuáles las consecuencias para los pacientes y familiares y amigos? ¿Cómo se supera la autolesión emocional? Son tantas las preguntas que nos hacemos ante un trastorno muy peligroso.
¿Qué es la autolesión emocional?
El término autolesiones se remonta con frecuencia a las prácticas de corte u otras automutilaciones físicas y hoy en día tiene una alta incidencia, especialmente en el rango de adolescentes. Estas formas de autolesión se utilizan como una herramienta de autorregulación de las emociones percibidas como difíciles de manejar, como la ira, la tristeza o la frustración.
Sin embargo, existe otra dimensión de este constructo, estrictamente ligada a la dimensión y bienestar emocional, denominada precisamente “autolesión emocional”. Este último es un conjunto de pensamientos y comportamientos utilizados contra uno mismo y fomentados diariamente por el diálogo interno negativo, ideas y miedos irracionales, baja autoestima, un juicio interior crítico de nunca ser suficiente o suficientemente bueno, lo que refuerza las inseguridades personales.
¿Cómo se manifiesta la autolesión emocional?
Las principales manifestaciones de este malestar se expresan cotidianamente a través de diferentes actitudes: no poner límites y barreras protectoras en la relación con los demás, estar excesivamente disponible; no saber decir que no en el momento adecuado, permitiendo que personas que utilizan a otros para sus propios fines se aprovechen de ellos; agradar siempre a los demás, incluso en detrimento de sí mismos.
Tales actitudes, que contrastan con el objetivo deseable de dedicarse tiempo a uno mismo y hacer lo que ama, pueden causar profundas lesiones emocionales que afectan su bienestar psicofísico: descuido personal, relaciones dañinas, trastornos del estado de ánimo, desvío importante de la autoestima, experiencias de angustia y ansiedad.
¿Cuáles son sus causas?
Los individuos que se enredan a diario en estos mecanismos de autolesión emocional tienen un patrón de comportamiento regular y repetitivo, cuyos cimientos se pueden rastrear en las influencias ambientales, familiares y relacionales de cada uno. De hecho, se tropieza con los mismos errores promovidos por uno mismo o contra uno mismo en el pasado, incurriendo en experiencias de frustración e ira, conscientes de ser creadores y responsables de la reproducción de este “legado emocional” (traumas, experiencias negativas que han permitió la maduración de una autoimagen negativa).
¿Qué hacer y qué no hacer en estos casos?
En estos casos puede ser útil dedicarse a actividades y personas beneficiosas, perseguir los objetivos, investigar estrategias útiles para alcanzarlos y realizar actividad física de forma regular. También es recomendable reducir la cantidad de reclamos hacia uno mismo y expresar las emociones con libertad y serenidad.
Por último, es muy importante contar con un profesional para una vía de apoyo eficaz, con el fin de realizar un trabajo sobre uno mismo, sobre la autorregulación emocional y en la resolución de problemas.
¿Cómo puede ayudar el psicólogo-psicoterapeuta?
Dentro de un camino de acompañamiento y acompañamiento emocional, el psicólogo o psicoterapeuta se compromete ante todo a establecer una buena relación terapéutica, creando un clima de confianza basado en la empatía y no en el juicio, favoreciendo la expresión emocional y favoreciendo la co-construcción de estrategias encaminadas a lograr una mayor estado de bienestar psicofísico.
En estas situaciones, el “botiquín de primeros auxilios”, desde un punto de vista cognitivo-conductual, se refiere a la reestructuración de ideas y miedos irracionales, la intervención sobre el diálogo interno negativo y la autoestima, el aprendizaje de estrategias útiles encaminadas a la relación con otros, estrategias de asertividad y herramientas para una autorregulación más funcional y comprensión emocional.