El trastorno de estrés postraumático puede desencadenarse después de la exposición directa o indirecta a un evento traumático. Pero no siempre es fácil reconocer los síntomas. Además, muchas personas consultan inicialmente por otra patología, como la depresión, antes de darse cuenta de que en realidad padecen una neurosis traumática.
Este artículo le dará los principales síntomas del trastorno de estrés postraumático.
¿Qué es el trastorno de estrés postraumático (TEPT)?
El trastorno de estrés postraumático o trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un trastorno reactivo. Es un estado de ansiedad severa que puede desarrollarse inmediatamente después de una situación traumática. Pero el PTSD (trastorno de estrés postraumático) también puede ocurrir meses o incluso años después del shock.
El trauma generalmente actúa cuando el individuo se enfrenta a la muerte, al miedo a morir o cuando se ataca su integridad física, pero también cuando se amenaza a otro.
El trauma es un evento extremadamente negativo que se ha presentado de manera repentina e impredecible y que ha puesto a la persona en un estado de shock emocional. Cuando se exceden las capacidades adaptativas del cuerpo, entonces se desencadena el trauma, dependiendo de la violencia del evento, si se repite o no.
Son posibles dos tipos de PTSD:
- El primero se produce a raíz de un evento traumático único e inesperado, que ocurre una sola vez en el momento oportuno y que representa una amenaza vital y aguda (un ataque, por ejemplo).
- El segundo es el estado de estrés postraumático complejo que se produce cuando la persona ha sido sometida a una sucesión de hechos traumáticos durante un tiempo determinado, o de forma reiterada. En este contexto caen:
- Maltrato sufrido durante la infancia: agresión física, violencia punitiva, violencia sexual y psicológica (chantaje emocional, desvalorización, perversión narcisista);
- Violencia doméstica;
- La herida del rechazo, pero también de la traición, del abandono, de la humillación;
- Abandono emocional y afectivo.
Por lo general, se puede curar después de uno o dos años, pero si no se hace nada, se establece el síndrome postraumático crónico.
Bueno saber
Hay tres tipos de víctimas de trauma:
- Víctimas directas: están expuestas directamente al trauma, por ejemplo, estuvieron presentes durante un ataque;
- La víctima indirecta: es un familiar, un testigo, pero que no vivió directamente el hecho, puede haber sido informado de la situación;
- Víctimas secundarias: son los cuidadores, socorristas, bomberos, policías… todos aquellos que cuidan de las demás víctimas.
¿Cómo reconocer un estado de estrés postraumático?
Hablamos de TEPT cuando los síntomas asociados continúan presentes tres meses después del evento traumático.
Los signos a veces están bien ocultos y las personas que sufren de trastorno de estrés postraumático viven con él, a menudo sin su conocimiento.
Algunos traumas pueden haber ocurrido en la infancia.
Más allá del enfrentamiento directo o indirecto con el evento, los criterios de estrés postraumático se basan en un conjunto de síntomas específicos:
- renacimiento
- evitación
- hipervigilancia
- disociación
- trastorno de ansiedad
- sensación abrumadora de miedo
- trastornos del sueño
- agresividad e irritabilidad
- problemas de pareja
- una visión distorsionada
- dificultades cognitivas
- autoestima
- un síndrome depresivo
- trastornos de adicción
- trastornos de la alimentación
Estrés Postraumático Signo 1: avivamiento
Es uno de los tres síntomas principales del trastorno de estrés postraumático.
La persona revivirá constantemente su trauma sin quererlo. Flashbacks, sueños, recuerdos que la toman por sorpresa o incluso pensamientos que surgen de repente: todo la lleva a despertar ante el evento.
Un incidente es traumático cuando provoca miedo intenso, impotencia y horror. La violencia del susto fue tan grande que se instaló en la memoria profunda del cerebro. Esto codificó profundamente el recuerdo traumático, ya que las emociones eran demasiado violentas para manejarlas.
Si algo recuerda el evento, entonces todo el cuerpo se pondrá en alerta, inconscientemente, sin el conocimiento de la persona. Esto provoca una sensación de angustia, así como sentimientos de pánico.
Son los sentidos los que jugarán el papel de detonante: la vista de la sangre, el sonido de un petardo, el olor de un perfume, la forma de ser tocado por alguien, el sabor de una bebida… Además, los lugares pueden provocar este estado. : un ascensor o una escalera por ejemplo.
La mente es invadida continuamente por el evento traumático, la persona lo revivirá constantemente, así como las sensaciones físicas que experimentó durante ese momento.
La intrusión desencadena flujos de pensamientos todos los días, incluso cuando las cosas van bien. Los recuerdos se arrastran constantemente.
Bueno saber
Hay tres posibles desencadenantes del trauma:
- Desastre natural: terremoto, inundación, huracán, tsunami…;
- Accidente humano o técnico: accidente de trabajo, de tren, de circulación, explosión, etc.;
- El acto de violencia interpersonal: abuso, maltrato, agresiones, atentados, guerra, robo, violación, tortura…
TEPT Signo 2: evitación
Este es el segundo signo que se encuentra sistemáticamente en la neurosis traumática.
La evitación es un mecanismo de defensa controlado por el cerebro. Es una forma de que él se involucre en el “modo de supervivencia”. Involuntariamente o no, la persona tenderá a evitar cualquier cosa que pueda llevar de vuelta al evento o recordar el trauma.
Luego se encuentra pasando por alto situaciones, actividades, temas o incluso personas que pueden crear un vínculo con el shock postraumático. Palabras, una canción, un lugar… todo se vuelve objeto de evitación en cuanto tiene que ver con el trauma.
Esto puede incluso llegar a tratar de huir de pensamientos específicos, lo que se complica en particular por revivir, pero también por la hipervigilancia, que afecta los procesos cognitivos de concentración.
Estrés Postraumático Signo 3: hipervigilancia
Hablamos también de un estado de vigilancia o hiperactivación neurovegetativa. Este es el tercer signo principal.
La persona está en alerta máxima. Ella está constantemente alerta, lista para actuar. Analiza todas las señales de riesgo en el entorno.
A menudo se produce un estado de ansiedad generalizada o ansiedad crónica. Toda la atención se centra en el peligro que podría surgir, pero esto trastorna su capacidad de concentración.
A nivel físico, la hipervigilancia puede manifestarse en sobresaltos, temblores y sudoración excesiva. El estado de ánimo se vuelve irritable y el sueño se ve fuertemente afectado.
TEPT Signo 4: disociación
La disociación que a veces se produce en el síndrome postraumático provoca una especie de anestesia emocional.
Es un estado de desapego, la persona es fría y distante, en un fenómeno de entumecimiento de sus afectos. Se comporta como si hubiera perdido el contacto con su entorno, su entorno. Ella puede tener la sensación de evolucionar en el borrón.
La persona llega a no sentir más el dolor, físico o emocional (o lo siente de otra manera). A veces se vuelve imposible pensar o hablar. En algunos casos, experimenta la impresión de dejar su cabeza y su cuerpo: físicamente está presente, pero su mente está en otra parte.
El TEPT desencadena varios fenómenos disociativos como:
- Piloto automático: estos son los mecanismos de defensa que toman el control de la vida;
- Niebla mental: provoca confusión en pensamientos y sentimientos;
- Despersonalización: el sentimiento de ser un extraño para uno mismo, en la propia vida y pensamientos, con el sentimiento de observarse a sí mismo desde el exterior;
- Desrealización: se trata aquí de ser un extraño a su entorno, como si la persona estuviera en un sueño.
La disociación temporal también es posible y da la impresión de estar fuera de tiempo o de que el flujo del tiempo es diferente, demasiado rápido o demasiado lento. La disociación da un sentimiento de preocupación a la persona que la experimenta: está ahí, pero no del todo…
La evitación excesiva refuerza el estado disociativo y puede llevar a la persona a experimentar amnesia postraumática que pretende ser disociativa: los recuerdos se cortan como un rompecabezas, en piezas rotas.
La terapia arroja luz sobre la comprensión y reintegración de todas las piezas de la historia de vida de la persona. La terapia te ayuda a encontrar soluciones sobre cómo curarte de un trauma psicológico.
Estrés Postraumático Signo 5: trastorno de ansiedad
La memoria traumática y todos los síntomas anteriores alimentarán el estrés postraumático. La persona se encuentra en un estado de ansiedad constante, tan intenso que desarrolla sistemáticamente trastornos asociados.
Puede ser la aparición de ataques de pánico, especialmente durante los momentos de reactivación. TAG (trastorno de ansiedad generalizada) es común, acompañado de ataques de ansiedad crónica.
Es probable que surjan fobias específicas, así como el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) con los rituales. Por ejemplo, después de una violación, algunas víctimas se someten a ritos de purificación tomando duchas prolongadas.
Los trastornos de ansiedad son extremadamente incapacitantes y una fuente de sufrimiento diario, es importante poder ponerles palabras para tratar este trastorno comórbido a menudo asociado con el TEPT.
TEPT Signo 6: la abrumadora sensación de miedo
El miedo es una parte integral de la vida de una persona que sufre de trastorno de estrés postraumático.
Relacionado con los estados de ansiedad y el shock emocional, este sentimiento es intenso y se manifiesta físicamente de varias formas: aceleración del corazón (palpitaciones), temblores o escalofríos, respiración acelerada, sudoración excesiva y, a veces, incluso síncope.
Dependiendo de la naturaleza del trauma, no es de extrañar que aparezcan ciertos síntomas de agorafobia o fobia social en estas personas. En otros casos, también se puede desarrollar el síndrome del caracol.
Estrés Postraumático Signo 7: trastornos del sueño
Varios elementos alterarán la calidad del sueño en caso de síndrome postraumático. En primer lugar, prevalecerán las pesadillas recurrentes. Están ligados al estado de renacimiento de la persona, y el trauma acapara la mente incluso en pleno sueño.
A veces las pesadillas toman la forma de ansiedad nocturna, un verdadero ataque de pánico que se produce cuando la persona está durmiendo.
Las angustias nocturnas, dolorosas de experimentar, incluso extremadamente aterradoras, pueden hacer imposible el sueño: la víctima, que ya no puede soportar más estas situaciones, se vuelve a dormir, hasta el punto de impedirse, en la medida de lo posible, dormir.
Además, incluso sin pesadillas, son frecuentes las dificultades para adormecerse o mantener el sueño.
La hipervigilancia reduce la relajación de cuerpo y mente, el menor ruido sobresalta y pone al individuo en estado de alerta. El insomnio en caso de PTSD luego se vuelve recurrente, causando fatiga crónica e impactando tanto en el estado de ánimo como en las habilidades cognitivas.
TEPT Signo 8: agresividad e irritabilidad
La neurosis traumática alterará la regulación emocional del individuo.
Entre la capacidad de contención emocional y los sentimientos de culpa, miedo, impotencia, la persona acaba derrumbándose y ya no encuentra recursos ni dentro ni fuera. El sentimiento de inseguridad es extremo y en un niño esto a veces llega a bloquear el proceso de maduración psicoafectiva.
La hipersensibilidad es posible, los arrebatos de ira también pueden volverse frecuentes, así como la pérdida del autocontrol.
El carácter es explosivo, presa de la impulsividad. Esto conduce a situaciones de autolesión, como actos de escarificación o automutilación, pero también a situaciones de peligro, en particular por la ingesta de sustancias tóxicas.
Estrés Postraumático Signo 9: problemas de relación
En algunos casos, el estado de estrés postraumático provocará un ataque narcisista con un funcionamiento de la persona en “todo o nada”. El modo relacional variará de un extremo a otro día a día:
- Indiferencia o apego excesivo;
- Posición de víctima o dominación;
- Problemas con las reglas o hiperconformidad;
- Subestimarse a uno mismo o sobreestimar las propias capacidades.
Las relaciones a veces son imposibles de construir, con gran dificultad para confiar y dejarse llevar en el intercambio. Gradualmente, el individuo se encontrará en una situación de aislamiento social y mayor retraimiento, en algunos casos sin tolerar a nadie en su vida.
TEPT Signo 10: visión distorsionada
El síndrome postraumático conducirá a una visión distorsionada de la vida.
En efecto, o el peligro se verá en todas partes y constantemente, reforzado por el estado de hiperactivación, o por el contrario, la persona estará en una forma de idealización del mundo.
En el primer caso, el riesgo es perder toda la libertad existencial al ser continuamente distorsionado por las propias creencias. En el segundo caso, una visión demasiado idílica de la realidad puede conducir a conductas de peligro y de riesgo.
Estrés Postraumático Signo 11: dificultades cognitivas
Como toda la energía psíquica y física se concentra en protegerse de todas las amenazas, una persona traumatizada puede desarrollar trastornos cognitivos.
Astenia relacionada con los problemas del sueño también favorece estas complicaciones. La concentración se ve fuertemente afectada.
La pérdida de memoria después de un shock postraumático ocurre con frecuencia. La persona puede tener dificultad para expresarse, encontrar sus palabras o simplemente realizar actividades diarias.
Todo se vuelve complejo y, a veces, incluso una tarea simple es insuperable. Sin embargo, los trastornos cognitivos encontrados no son irreversibles; ciertos enfoques terapéuticos, como la neuropsicología, permiten tratarlos y ayudar a la persona a recuperar una vida cómoda.
TEPT Signo 12: autoestima
La ira, la culpa y la vergüenza a menudo ahogarán a la persona que ha sido traumatizada para causar el TEPT.
Si la persona tiene una parte de responsabilidad en el evento (en el caso de un accidente automovilístico, por ejemplo) o piensa tenerla, su culpa puede volverse exacerbada y asfixiante para vivir a diario.
Esto provocará cavilaciones y un deterioro de la imagen y la autoestima, influyendo fuertemente en el estado de ánimo y reforzando la aparición de síntomas depresivos.
Además, en el caso de una relación tóxica, los pervertidos narcisistas manipulan a su víctima de tal manera que le quitan todo amor propio, confianza y estima.
Las personas que han sufrido violencia psicológica reiterada por parte de una NP pueden ver surgir en la pareja un estado de estrés postraumático, tras la ruptura.
Estrés Postraumático Signo 13: un síndrome depresivo
En el caso del trauma, la depresión postraumática parece expresar cuán significativa fue la violencia psicológica.
Los síntomas depresivos son comunes y se ven reforzados por el trastorno de ansiedad, la autoestima, la culpa y el aislamiento.
La persona mostrará una falta de interés en las actividades que antes disfrutaba. Muestra una gran tristeza, con episodios ocasionales de melancolía muy fuertes: la vida ya no tiene sentido y el retraimiento es frecuente.
Cuando muere un niño, por ejemplo, el duelo perinatal puede convertirse en duelo complicado, prolongando la duración de los trastornos y la intensidad de la fase depresiva, que en algunos casos se transforma en una patología por derecho propio, el duelo basculante en patológico. forma. Pueden ocurrir pensamientos oscuros, que a veces conducen a intentos de suicidio.
El duelo patológico se suma a todos los demás signos del síndrome postraumático y, para soportar esta situación, algunas personas recurrirán al abuso de sustancias.
TEPT Signo 14: trastornos de adicción
Los choques y traumas emocionales son tan intensos de experimentar y superar que, para sobrellevarlos, el individuo en ocasiones termina consumiendo productos psicoactivos.
Ya sea a través de una muleta química prescrita por un médico (antidepresivos, somníferos, ansiolíticos, etc.), productos legales como el alcohol o productos ilícitos (cocaína por ejemplo), el abuso de sustancias parece ser la única solución al alcance de la persona. En dolor.
El objetivo muchas veces es calmar la mente de su estrés postraumático y lograr “aferrarse” para enfrentar el mundo.
Desafortunadamente, los productos no resuelven el problema de raíz y son solo una curita en una pata de madera. El riesgo con el uso repetido es hundirse en el uso adictivo.
Trastorno comórbido aquí, la adicción reforzará el síndrome postraumático superponiéndolo, además de generar peligro y numerosas tomas de riesgo para obtener el producto o acceder a la actividad.
Estrés Postraumático Signo 15: trastornos alimentarios
Aquí hay otro trastorno comórbido que se asocia con frecuencia con el trastorno de estrés postraumático: los trastornos alimentarios.
Muy frecuentemente ligadas a una mala regulación emocional, estas patologías están directamente relacionadas con la alimentación. En el TEPT solemos encontrar bulimia y atracones.
Consumir alimentos para calmar la ansiedad y la tristeza es en algunas personas una adicción a la comida: comer proporciona un alivio instantáneo y funciona como una droga.
En realidad, no es la comida lo que es problemático, sino el comportamiento, y la solución no se encuentra en el plato: aquí, la causa es precisamente el trauma que provocó el estado de estrés postraumático y esta patología relacionada.
A retener
El trastorno de estrés postraumático (TEPT) tiene consecuencias psicoafectivas, mentales y relacionales en la vida del individuo.
Sin embargo, muchos no son conscientes de que la padecen porque la gente se ha acostumbrado a vivir con ella.
En caso de que se produzca un shock emocional tras un trauma, si los síntomas perduran y se combinan patologías comórbidas que complejizan el día a día, la ayuda de un psicoterapeuta se convierte entonces en imprescindible para avanzar y no transformar el TEPT crónico.