¿Tu hijo se despierta por la noche gritando? ¿No puedes calmarte después de lo que parece una pesadilla? Los terrores nocturnos, que afectan regularmente a los más jóvenes, y más raramente a los adultos, pueden ser aterradores para los testigos y agotadores para los afectados. Nuestros médicos de cabecera explican las diferencias entre las pesadillas y los terror nocturno, así como también cómo tratarlos.
¿Qué es un terror nocturno?
Los terrores nocturnos forman parte de las parasomnias (comportamiento anormal durante el sueño).
Estos son episodios de sueño inquieto que ocurren durante la fase de sueño profundo, generalmente durante la primera mitad de la noche. Su aparición al principio de la noche está ligada a una fase de sueño profundo más prolongada.
Los terrores nocturnos se manifiestan como gritos, sacudidas y confusión durante el sueño. Las personas que la padecen no se despiertan del todo y no suelen recordar el episodio.
¿Cuál es la diferencia entre pesadillas y terrores nocturnos?
Si los terrores nocturnos se confunden a menudo con las pesadillas, son sin embargo muy diferentes en cuanto a la programación, la presencia o ausencia de recuerdo del episodio, o incluso la duración de la crisis.
Las pesadillas se producen durante la fase de sueño ligero y suelen estar asociadas a sueños desagradables que pueden provocar angustia y ansiedad. Se sienten principalmente en la segunda parte de la noche. Las personas que tienen pesadillas suelen despertarse por completo y recordar sus sueños.
Los terrores nocturnos ocurren durante el sueño profundo temprano en la noche y se caracterizan por gritos, sacudidas y confusión durante el sueño. Las convulsiones pueden durar hasta 30 minutos y las personas que tienen terrores nocturnos no se despiertan por completo. Por lo general, no recuerdan el episodio.
¿Qué causa los terrores nocturnos?
No siempre es fácil determinar qué causa los terrores nocturnos. Pueden ser desencadenados por varios factores, tales como:
- Estrés y ansiedad (cambio de colegio, mudanza, ruptura, etc.)
- el cansancio ;
- la falta de sueño ;
- cambios en la rutina o hábitos de sueño (ambiente, horarios, etc.);
- el consumo de sustancias psicoactivas o ciertos medicamentos;
- estar enfermo, sufrir de fiebre.
Los terrores nocturnos también pueden ser hereditarios, lo que significa que pueden transmitirse de padres a hijos.
Terror nocturno en bebés y niños
Los terrores nocturnos afectan principalmente a los niños, al igual que el sonambulismo.
No existe una edad real, pero se considera que son más frecuentes en jóvenes de 18 meses a 6 años, aunque pueden aparecer antes o después de este grupo de edad. Suelen desaparecer antes de la adolescencia.
Tanto los niños como los niños con dificultades psicológicas o un entorno familiar complicado son más propensos a desencadenar terrores nocturnos.
Terror nocturno en adultos
Los terrores nocturnos son menos comunes en adultos que en niños, pero aún pueden ocurrir. Si los episodios son demasiado frecuentes, es necesario consultar a un neurólogo o acudir a un centro especializado en el estudio del sueño.
Las causas son similares a las del niño y los síntomas también son similares.
¿Cómo reconocer los terrores nocturnos?
Es importante reconocer los terrores nocturnos para poder tratarlos adecuadamente. Si tu hijo, o alguien a tu alrededor, llora, llora, tiene taquicardia, parece inquieto y aterrorizado durante el sueño, y este episodio dura entre dos a 30 minutos sin que se acuerde cuando se despierta, entonces lo más probable es que sean terrores nocturnos.
Síntomas del ataque de terror nocturno
Un ataque de terror nocturno suele manifestarse por los siguientes síntomas:
- gritar, gemir o llorar durante el sueño;
- movimientos repentinos e inquietos;
- sentarse en la cama;
- estar sudoroso;
- estar aterrorizado;
- taquicardia;
- confusión o agitación;
- ojos abiertos y vacíos durante el sueño;
- dificultad para despertarse después del episodio;
- una ausencia de memoria del episodio.
Después del episodio de terrores nocturnos, es común sentir somnolencia, fatiga, confusión y ansiedad.
¿Deberías calmar a un niño que tiene terrores nocturnos?
No se recomienda tratar de despertar por completo a un niño que tiene terrores nocturnos. Esto puede ser estresante para el niño e ineficaz para detener la convulsión. Lo mejor es mantener la calma y tranquilizar al niño hablándole en voz baja y acariciándolo hasta que se vuelva a dormir.
¿Cómo detener la aparición de los terrores nocturnos?
Detener los terrores nocturnos no siempre es fácil, pero existen algunas estrategias que pueden ayudar:
- promover un ambiente tranquilo y cómodo para dormir;
- reintroduzca las siestas si fue detenerlas lo que desencadenó los terrores nocturnos del niño;
- evite sobre estimular al niño antes de acostarse;
- promover una rutina regular a la hora de acostarse;
- limitar el consumo de sustancias psicoactivas, como alcohol o café, antes de acostarse;
- manejar el estrés y la ansiedad practicando técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda;
- consulte a un médico o especialista del sueño si los terrores nocturnos son frecuentes o graves, o si hay otros trastornos del sueño asociados.
¿Qué hacer durante una noche de terror?
Aquí hay algunos consejos para ayudar a alguien que tiene terror nocturno:
- no intente despertar a la persona;
- evite tocar o mover a la persona, esto podría empeorar el episodio de terror nocturno;
- esperar a que la persona vuelva a acostarse sola;
- si la persona se despierta, no parezca molesto y preocupado. Tranquilícela.
- al día siguiente, no mencionar este episodio de terrores nocturnos, que podría crear ansiedad para las noches siguientes.
Tratamientos para terror nocturno
Los terrores nocturnos generalmente no requieren tratamiento médico si no hay trastornos del sueño asociados.
Por otro lado, puede ser interesante iniciar psicoterapia para encontrar las causas de la aparición de estas crisis.
¿Cuándo debe consultar?
Si los terrores nocturnos son frecuentes o intensos, o si existen otros trastornos del sueño asociados, se recomienda consultar a un médico o especialista del sueño. El médico puede aconsejarle sobre las opciones de tratamiento y derivarlo a un especialista si es necesario.
Nuestros médicos generales, pediatras y psiquiatras infantiles están disponibles para responder a sus preguntas si usted o uno de sus hijos sufre de terrores nocturnos.