Los mareos pueden ser una dolencia muy molesta. Las causas pueden ser diferentes y los hechos pueden darse junto con otros síntomas que es bueno conocer, para intentar comprender a qué se deben estos mareos que nos hacen sentir como si todo lo que nos rodea girase como un torbellino.
Mareos, ¿puede ayudar la osteopatía?
Los mareos pueden ser una dolencia muy molesta. Las causas pueden ser diferentes y los hechos pueden darse junto con otros síntomas que es bueno conocer, para intentar comprender a qué se deben estos mareos que nos hacen sentir como si todo lo que nos rodea girase como un torbellino. En caso de vértigo, ¿puede ser una ayuda válida la osteopatía?
Seguro que son muchas las preguntas que agolpan la mente de quien sufre de vértigo. Ya sea un evento esporádico o un evento más frecuente, tenemos que buscar la manera de dejar de padecerlo, porque pueden ser un trastorno realmente molesto, que incluso puede asustar a quienes nunca lo han experimentado. Descubramos juntos qué respondió a nuestras dudas sobre el vértigo y la utilidad de la osteopatía para sentirte mejor y vivir mejor si sufres este trastorno.
Que es el mareo
El vértigo es una sensación de desorientación y falta de equilibrio, a menudo asociada con síntomas auxiliares secundarios como náuseas, vómitos, sudoración y palidez. El término proviene del latín “vertere”, que significa girar o girar.
Análogamente, la acción de girar la cabeza está asociada con el área cervical superior y con la biomecánica de las dos primeras vértebras cervicales y la base del cráneo. En osteopatía, este distrito esquelético se define como el complejo articular OAE (eje occipucio-atlas). En el acto de girar la cabeza, el cuerpo necesita mantener el equilibrio; por lo tanto, las rotaciones frecuentes pueden ejercer una presión excesiva sobre la capacidad del cuerpo para mantenerse estable y equilibrado.
Hay dos órganos encargados de esta función, es decir, la necesidad de mantener el equilibrio.
El primero es el aparato vestibular, que devuelve dos tipos de información al cerebro: la aceleración lineal de la cabeza y la posición de la cabeza en el espacio. Gracias a esta información, el cerebro puede saber si estás erguido, horizontal o boca abajo, pero también si estás acelerando o desacelerando en una dirección particular, todo sin usar la visión u otros órganos de los sentidos.
El segundo es el sistema propioceptivo, que informa al cerebro de la posición relativa de varios segmentos del cuerpo. Te permite saber si, por ejemplo, tienes un brazo flexionado o extendido, si tu tronco está inclinado hacia un lado o si tienes un pie movido hacia afuera.
Tanto la información vestibular (posición y aceleración de la cabeza) como la información propioceptiva (posición del cuerpo) llegan al cerebro: estos dos sistemas actúan en sinergia entre sí, dando lugar a un sistema complejo integrado desde el punto de vista anatómico y funcional. Si uno de los dos sistemas está comprometido, el organismo se desestabiliza, haciendo que el individuo pierda el sentido de su posición en el medio.
¿Cuáles pueden ser las principales causas de los mareos y cuáles son los síntomas?
En relación con las características que asume el síndrome vertiginoso, se puede dividir en objetivo, muchas veces de origen periférico (es decir, ligado a los órganos del equilibrio, los vestíbulos), y subjetivo, muchas veces de origen central (sistema nervioso central).
Hablamos de vértigo objetivo cuando el paciente percibe como real el desplazamiento ilusorio del medio que le rodea, tanto en el plano frontal como en el plano horizontal y sagital. Generalmente se acompaña de un importante estado de ansiedad, con sensación de impotencia debido a la inmovilidad a la que muchas veces se ve obligado. Sus posibles causas son el vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB), laberintitis, neuronitis, síndrome de Meniere y algunos fármacos que lo tienen como efecto secundario (por ejemplo Aminoglucósidos, Cisplatino, antibióticos, diuréticos, salicilatos).
Por otro lado, el vértigo subjetivo se define como una condición caracterizada por la ilusión de movimiento de la cabeza con respecto al entorno circundante, falta de equilibrio y sensación de balanceo. Sin embargo, esto es menos frecuente que las otras formas de síndrome vertiginoso. Sus posibles causas son la esclerosis múltiple, el neurinoma del acústico, los tumores cerebrales, el ictus o AIT (ataque isquémico transitorio) y los fármacos anticonvulsivos.
Luego están otras formas de vértigo, como el pseudo vértigo o mareo, el vértigo vascular, el vértigo venoso, el vértigo cervical, el vértigo ocular, la cefalea, el vértigo psicógeno y la cinetosis (mareo por el movimiento). En particular, el vértigo cervical es un dolor de cuello intenso capaz de causar mareos, a menudo asociado con náuseas, trastornos del equilibrio y dolor de cuello.
¿Cuál es el mejor tratamiento osteopático para el vértigo?
Con respecto al significado específico del vértigo, es decir, el sentido de rotación y orientación, es necesario evaluar qué determina la rotación en sí.
Los músculos rotadores de la cabeza, los llamados músculos suboccipitales, y los músculos craneoespinales, como el trapecio y el elevador de la escápula, pueden entrar en hipertonicidad cuando se estiran demasiado, provocando trastornos propioceptivos o vestibulares, dada su íntima conexión con el temporal. (asiento de los vestíbulos) y con el área subcraneal (asiento de importantes propioceptores).
En este caso, la osteopatía es capaz de resolver el problema de raíz y devolver el cuello uterino a un estado de bienestar, para evitar nuevas recaídas. El objetivo es, de hecho, restaurar la tensión normal de estos músculos y normalizar cualquier disfunción somática/asimetría articular ubicada en otras partes del cuerpo, para evitar una mayor estimulación del sistema neurosensorial de equilibrio.
Consejo osteopático para el vértigo
Hay algunos ejercicios que pueden ser útiles para implementar o controlar los síntomas en caso de que estés:
- Acostado sobre una colchoneta, tome un palo y, después de haberlo enrollado con una toalla suave, colóquelo en la base de la cabeza en la zona de la espalda; espere unos minutos para que el músculo se suelte;
- Estirar los músculos subcraneales con movimientos de flexión y rotación de la cabeza asociados a la contrarresistencia;
- Ejercicios de autoestiramiento postural.
Todos estos ejercicios deben realizarse previa exploración física y supervisión de un especialista y sólo después de descartar patologías no propias de la osteopatía.
Finalmente, el estrés agrava el síndrome de vértigo o es probablemente la causa. El estrés derivado de numerosos vaivenes de cabeza, como cuando se está en un período de elecciones e indecisiones, se manifiesta en continuos y extenuantes movimientos de acomodación cráneo-cervical.
La osteopatía somatoemocional y el enfoque causal de la psicoterapia y disciplinas emergentes como la MBE ayudan a comprender su origen y abordar correctamente sus síntomas.